lunes, 9 de abril de 2018

Mezquita de Córdoba


La mezquita-catedral de Córdoba, antes Santa María Madre de Dios o Gran Mezquita de Córdoba, actualmente conocida como la Catedral de la Asunción de Nuestra Señora de forma eclesiástica o simplemente Mezquita de Córdoba o Catedral de Córdoba de forma general, es un edificio de la ciudad de Córdoba en EspañaSe empezó a construir como mezquita en el año 785, con la apropiación y reutilización de los materiales de la basílica hispanorromana de San Vicente Mártir por los conquistadores musulmanes. El edificio resultante fue objeto de ampliaciones durante el Emirato de Córdoba y el Califato de Córdoba. Con 23.400 metros cuadrados, fue la segunda mezquita más grande del mundo en superficie, por detrás de la Mezquita de la Meca, siendo sólo alcanzada posteriormente por la Mezquita Azul (Estambul, 1588). Una de sus principales características es que su muro de la qibla no fue orientado hacia la Meca, sino 51º grados más hacia el sur, algo habitual en las mezquitas de al-Ándalus.

No se conoce el autor de esta magnífica obra, pero se conoce el Emir, de hecho el primer Emir del Emirato Omeya de Córdoba, que reinaba en el momento de su construcción; el Emir Abd al-Rahman I. Construida entre el 785 y el 987. Tal dilación en el tiempo es consecuencia de una serie de ampliaciones y reformas acometidas por los sucesivos dignatarios del gobierno de Córdoba entre esos años. La primera mezquita es la que levanta Abd al-Rahman I entre el 785 y el 788 sobre el solar de la antigua Iglesia  visigoda de San Vicente. La primera ampliación se realiza entre el 832 y el 848, durante el gobierno de Abd al-Rahman II. Ya en la primera mitad del siglo X Abd al-Rahman III ensancha la sala y añade un minarete. Las intervenciones de al-Hakam II (962-965), que dan a la mezquita su aspecto casi definitivo, introducen un sentido monumental y jerárquico, al estructurar un área especialmente decorada y compartimentada en torno al mihrab, es decir, la maqsura. Y en 987, con al-Mansur, se emprende la última y considerable ampliación de la sala de oración o haram.

Pertenece al arte Hispano-musulmán. Período cordobés. El arte hispano-musulmán comienza con el periodo cordobés, que arranca a fines del siglo VIII hasta comienzos del siglo XI debido al establecimiento de la capitalidad en Córdoba. En el arte cordobés hay una clara influencia de los edificios visigodos e hispano-romanos, ya que se emplearon muchos elementos arquitectónicos de edificios ya construidos. Por tanto es muy característico el uso del arco de herradura semicircular, heredado de la arquitectura visigoda. Para las cubiertas se usan diferentes tipologías de bóvedas, entre las que destacan la de gallones y la de crucería. Su edificio más destacado es la mezquita de Córdoba.

Finalizado el proceso de ampliaciones, la mezquita quedó con 19 naves que, junto con el patio, totalizan 180 metros de largo por 120 de ancho. El techo es de madera, de acuerdo a la costumbre islámica, con 19 hileras de tejado en doble vertiente, una por cada nave. Tiene un enorme patio exterior, el “patio de los naranjos”, en el que la disposición de los árboles imita la disposición de las columnas interiores. Cuatro fuentes invitan a los fieles a las abluciones. La inmensa sala de oración se abre con su inmenso bosque de 1.300 columnas, de capiteles algunos corintios estilizados y otros muy desiguales por su diversa procedencia, y fustes de mármol, con la característica doble arquería, alternando dovelas de color blanco y rojo, resultado de la combinación de ladrillo y piedra. El mihrab es de mármol, lujosamente decorado en yeso y mosaicos bizantinos brillantemente coloreados sobre fondo de oro y bronce, además de cobre y plata.


Utiliza una novedosa superposición de soportes: columnas en la parte inferior y pilares encima, con doble arcada. En la parte inferior se hallan arcos de herradura, sobre los que se superponen arcos de medio punto. Con esta técnica se lograba dar más altura a las naves a la vez que permitía transparencia y comunicación entre ellas. Este sistema se basó en los grandes acueductos romanos y en los arcos de herradura visigodos, pero lograron una combinación única. Las naves no se encuentran paralelas al muro de la quibla, sino perpendiculares, y se cubren con techo de madera a dos aguas. No fue un templo de planificación global, lo que resulta de las sucesivas ampliaciones que sufrió. Su carácter monumental lo fue adquiriendo a partir de la acumulación de construcciones. Revela también otras características generales de la arquitectura islámica: la reutilización de elementos y estructuras precedentes, y la tendencia a la horizontalidad.

Podemos englobar a la obra en la Alta Edad Media. En la Alta Edad Media la religión era muy importante, y justo, para los musulmanes, era importantísimo, tanto, que su vida dependía enteramente de la religión, de ahí la construcción de grandes templos, mezquitas en el caso de los musulmanes, como la Mezquita de Córdoba.

Sergio Arnau
2º B

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