martes, 5 de junio de 2018

Cúpula De San Pedro del Vaticano

La cúpula o fue diseñada por Miguel Ángel cuando se convirtió en arquitecto en jefe en 1546. Entre 1585 y 1590, unos 20 años después de la muerte de Miguel Ángel, el arquitecto Giacomo della Porta, con la ayuda de uno de los ingenieros más importantes de la época, Domenico Fontana, finalizó la construcción de la cúpula.
Cabe destacar que Miguel Ángel no diseñó la cúpula como un hemisferio sino como una parábola. La cúpula se eleva a 132.50 metros sobre el nivel del piso, tiene una circunferencia de 92 m y la inscripción que se ve como un cinto en la base de la cúpula reza: “Tu eres Pedro, y sobre esta Roca edificaré mi Iglesia, y te daré las llaves del cielo”; las letras miden 2 metros de largo. Proyecta una doble cúpula (una interior y otra exterior) según el modelo que ya había realizado Brunelleschi en Santa María de las Flores en Florencia en el XV. Sitúa la cúpula sobre el altar mayor y sobre la tumba del apóstol Pedro, enterrado, según la tradición, en este lugar. El tambor sobre el que se levanta la cúpula está decorado con columnas pareadas entre las ventanas. La alternancia de frontones triangulares y semicirculares sobre las ventanas y las gruesas guirnaldas decoran este exterior. La arquitectura renacentista del cinquecento alcanza con esta obra uno de sus momentos culminantes.

Pablo III había mandado a Miguel Ángel la terminación de la basílica encomendada por Julio II a Bramante a comienzos del XVI. Los sucesores de Bramante, tanto Rafael como Antonio Sangallo el joven, había vuelto a la tradicional planta basilical de cruz latina. Pero lo primero que hace Miguel Ángel cuando el papa Julio II le encarga continuar las obras de la basílica de San Pedro es volver a la planta de cruz griega original, ya planteada por Bramante, con una gran cúpula en el centro. Pero para ello tiene que reforzar los cuatro pilares que había previsto Bramante y que servirían para sostener la enorme cúpula de 42,5 metros de diámetro.
La cúpula, apuntada para darle mayor prestancia, está atada por unos nervios que, además de la función técnica, sirven para embellecer, con la articulación del espacio, una superficie que de otra forma sería demasiado monótona. La obra estaría rematada con una linterna.

Miguel Ángel no puede ver la obra terminada ya que muere antes. Giacomo della Porta, sin variar apenas los planes del maestro, le dará el empuje final dotándola de una línea más aguda que la proyectada inicialmente por Miguel Ángel. Domenico Fontana, finalmente, agrega la linterna.
Su proyecto se debe a Miguel Ángel, quien desde 1547 se ocupó sin interrupción de la Basílica. Al final de su larga vida (falleció en 1564, a los 89 años) la construcción había alcanzado el tambor, con columnas pareadas, muy sobresalientes, con ventanas y tímpanos. La dirección de la obra pasó entonces a Giacomo Della Porta, discípulo de Miguel Ángel, quien elevó unos 7 metros la bóveda de la cúpula y terminó la obra en 1590, en 22 meses, durante el pontificado del papa Sixto V. Con doble casquete, la cúpula tiene un diámetro interno de 42,56 metros y una altura hasta la extremidad superior de la cruz, de 136,57 metros; la claraboya mide 17 metros de altura. En occidente, esta cúpula sirvió de modelo a otras obras construidas con técnicas diferentes, entre las cuales: la cúpula de Saint Paul en Londres (1675), la de Les Invalides en París (1680-1691) y la del Capitolio de Washington (1794-1817).

Por Irene Remolí, Lucía Vitoria, Carmen de Juan, María Martínez y Vicente Piquer. 2º ESO A

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