jueves, 7 de junio de 2018

La cúpula de Brunelleschi


La cúpula de la catedral de Santa María di Fiore es una obra arquitectónica construida entre los años 1377-1446 en Florencia, Italia. Su autor es Filippo Brunelleschi, quien inició con esta obra el Renacimiento italiano y florentino en la arquitectura. Está considerada como la construcción más importante edificada en Europa desde la época Romana, debido a la relevancia fundamental que ha desempeñado para el desarrollo posterior de la arquitectura y de la concepción moderna de la construcción.

El Renacimiento es el gran movimiento artístico y filosófico que se produce en Europa a fines del siglo XV. Este movimiento se manifiesta particularmente en las artes, admirando y tomando como modelo a la antigüedad clásica y su antropocentrismo: se da interés preferente al cuerpo humano, en particular al desnudo. El nombre de Renacimiento alude a lo que este movimiento quiso ser: un renacer de la cultura grecolatina. Comenzó como un movimiento orientado por artistas e intelectuales, bajo el signo del Humanismo; ya que para ellos el hombre era lo primordial. Es un renacer de las artes donde los asuntos representados, desde el punto de vista ético y estético no son ya más absolutamente en función del concepto de vida cristiano. Los intelectuales del Renacimiento entre otros aspectos, apuntan hacia la fusión de lo cristiano con los conocimientos del periodo clásico antiguo de Grecia y Roma.
La cúpula de la catedral de Florencia se levanta sobre un tambor de planta octogonal realizado en piedra. Cada uno de sus ocho lados está revestido por placas de mármol (blanco y verde). Sobre este tambor se levanta la cúpula propiamente dicha que, al exterior, muestra un claro perfil apuntado en el que destacan los ocho nervios realizados con sillares de mármol blanco de cuatro metros de espesor. La cúpula está cubierta por tejas de barro planas, de color rojizo. En el punto de convergencia de los nervios se alza una linterna prismática, de ocho lados y 16 metros de altura, con contrafuertes rematados por espirales y cubierta por una estructura cónica coronada por una esfera de cobre dorado sobre la que se alza una cruz.

Elevada sobre un tambor octogonal, a la manera de los cimborrios góticos. Dimensiones Colosales y una ingeniosa solución técnica: 2 cúpulas unidas, una interior semiesférica y otra exterior apuntada, que contrarresta los empujes de la primera. Utiliza ladrillos huecos (menor peso). Con linterna y cimbra de madera Decoración exterior a base de galerías de arcos de medio punto, hornacinas y los entablamentos clásicos.
Algunas características del Renacimiento en la arquitectura son, por ejemplo, que se inspira más en su antecedente romano que en el griego. La bóveda de cañón y los arcos de medio punto por su sencillez fueron los más corriente. Otra característica es que se introdujeron tirantes metálicos entre las bóvedas para contrarrestar las cargas. Las construcciones más importantes fueron la iglesia, la villa y la fortaleza.

El Renacimiento italiano se inició en un período de grandes logros y cambios culturales en Italia que se extendió desde finales del siglo XIV hasta alrededor de 1600, constituyendo la transición entre el Medievo y Europa moderna.
Los orígenes del movimiento pueden rastrearse desde inicios del s. XIV, principalmente en la esfera literaria, aunque también ya se detecta de forma incipiente algunas de sus características fundamentales, como el mecenazgo, el intelectualismo y la curiosidad por la Cultura Clásica. No obstante, muchos aspectos de la cultura italiana permanecerán en su estado medieval y el Renacimiento no se desarrollará totalmente hasta finales de siglo.

Leyre Vergara,  Sofia Ballester, Álvaro Ávila, Álvaro Camps, Óscar Serra y Adrián Rodríguez. 2º ESO A

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